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La periodista china Zhang Zhan, de 40 años, ha sido puesta en libertad tras cumplir cuatro años de condena por documentar los primeros días de la pandemia de la covid-19 desde Wuhan. “La policía me liberó a las 05.00 del 13 de mayo y me envió a casa de mi hermano mayor en Shanghái. Gracias a todos por vuestra ayuda y preocupación. Os deseo lo mejor. Realmente no sé qué decir”, se limita a expresar Zhang, conteniendo las lágrimas al pronunciar esas palabras, en un breve vídeo difundido a través de un intermediario y al que ha tenido acceso Reporteros Sin Fronteras (RSF).
La activista Jane Wang, quien ha dirigido la campaña Free Zhang Zhan (Liberad a Zhang Zhan) desde Reino Unido y está en contacto con uno de sus antiguos abogados, ha confirmado a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter) que el vídeo no está manipulado y que la propia Zhang ha comunicado a su círculo cercano que “no es muy libre”, en alusión a que, en realidad, no goza de total libertad, a pesar de haber salido de prisión.
La preocupación por el paradero de Zhang había aumentado desde el pasado 13 de mayo, fecha en la que debía haber recuperado la libertad, pero en la que, sin embargo, fue imposible obtener información sobre su liberación, según denunciaron diversos grupos de activistas y Zhang Keke, uno de sus abogados.
Desde RSF consideran que la publicación del vídeo de Zhang, ocho días después de ser excarcelada, obedece al “aumento de la presión internacional”, y denuncian que la periodista sigue bajo “estricta vigilancia”. “Una libertad parcial no es libertad en absoluto”, subraya RSF en un comunicado. Por su parte, Amnistía Internacional (AI) condena que “el encarcelamiento de Zhang Zhan por parte de China ha sido una vergonzosa violación de los derechos humanos”. Asimismo, AI exige que “ni ella ni su familia sean objeto de vigilancia ni hostigamiento” y que se le garantice “acceso pleno a tratamiento médico tras su traumática experiencia.”
Zhang es una abogada shanghainesa que se convirtió en lo que en China y en otros lugares se conoce como “periodista ciudadana”; es decir, una persona que informa de acontecimientos sin dedicarse profesionalmente a esa labor, sino más bien con vocación de justicia y transparencia. El 1 de febrero de 2020 viajó a Wuhan cuando esa ciudad, el foco original de la pandemia de la covid-19, se encontraba confinada y sufría los peores embates de un virus entonces prácticamente desconocido.
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