No han parado de crecer desde que el Ministerio del Interior publica cifras específicas, en 2017: año tras año, con la excepción de 2020 por la pandemia, aumentan las denuncias por delitos sexuales. En 2023 se registraron 21.825, un 14,8% más que las 19.023 de 2022, según el último informe sobre ataques a la libertad sexual del Ministerio de Interior, que se publica este viernes. De todos los datos que recopila, uno de los que más preocupa al ministerio son las mujeres que mayoritariamente sufren esta violencia: las menores. El porcentaje se ha ido reduciendo levemente, pero siguen suponiendo el 42,6%; de las 21.580 víctimas del pasado año, 9.185 tienen 18 años o menos y, de ellas, 4.238 son menores de 13 años. Es una de las cuestiones que resalta el análisis, “la gran proporción de menores como victimizaciones de delitos sexuales, seguido del grupo de edad de 18 a 30 años”, que suponen 6.698. Es decir, que el 73,6% de las víctimas son menores de 30 años.

Otra de las cifras que subraya es “el incremento experimentado en las victimizaciones por agresiones sexuales”, que son las dos tipologías que han doblado sus cifras desde que hay estadísticas y suponen la mayoría de delitos, el 81%. En las agresiones sin penetración las denuncias han pasado de 6.580 en 2017 a 12.727 en 2023; con penetración, de 2.136 a 4.890. El resto de delitos —a excepción de la provocación sexual, que se reduce leventemente respecto al año anterior, de 153 a 178—, también suben. El año pasado se denunciaron, entre otras, 909 delitos de pornografía de menores, 763 de acoso sexual, 739 de contacto a través de la tecnología con menores de 16 años o 328 relativos a la prostitución y, por primera vez, se incluye el delito de promoción de la prostitución a través de las nuevas tecnologías, con 91.

En cuanto a las violaciones múltiples, el global ha experimentado un levísimo descenso: de 632 en 2022 a 617 el pasado año, 372 fueron sin penetración y 245 con penetración. En esta última tipología, sin embargo, sí ha habido un ascenso, de 218 a 245. Y si se tiene “en cuenta las tipologías penales analizadas, se percibe un aumento de hechos cometidos por dos responsables, y un ligero descenso de hechos cometidos por tres o más responsables”.

Este aumento sostenido, sin embargo, no puede ser achacado de forma directa a un aumento de esta violencia que en España, según estimaciones oficiales, tiene una bolsa oculta del 90%, es decir, que solo se conocen una de cada diez agresiones. Desde hace varios años, los distintos ministerios implicados en los delitos contra la libertad sexual advierten de que es imposible conocer si crece la violencia, las denuncias, o la proporción en la que lo hacen ambas.

Este jueves durante la presentación de la Oficina Nacional contra las Violencias Sexuales, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska explicó que esa “tendencia al alza que tiene que ver con el aumento de las denuncias y por la tolerancia cero de la sociedad hacia estos delitos”, pero esa visibilización creciente, que es una cuestión positiva, no diluye que la violencia sexual “constituye un grave problema de seguridad y salud pública de relevancia que afecta a muchas personas directa o indirectamente, y afecta a la sociedad por el impacto devastador sobre las personas afectadas y sus entornos y socava los pilares de una sociedad justa y equitativa”.

Interior destaca, además, que “los delitos contra la libertad sexual presentan una de las más altas tasas de esclarecimiento”. Es del 81,6%, y ese porcentaje crece hasta el 91% en delitos relativos a la prostitución y al 87% en las agresiones con penetración.

El perfil del agresor

¿Quién perpetra estos delitos? En su inmensa mayoría, hombres. Suponen el 93% de los agresores, y, “contrariamente a lo que sucedía con las victimizaciones, el perfil predominante del detenido e investigado” es del “grupo de edad de 41 a 64 años y por causa relacionada con agresión y abuso sexual. Es decir, mientras hay mayor número de victimizaciones de menores, los responsables están mayoritariamente en un grupo de edad de 41-64 años”, remarca el balance.

Ese grupo tuvo el mayor número de detenidos por delitos de agresión sin penetración (2.829, el 34,4%), mientras que el grupo de 18 a 30 años fue donde se produjeron más detenciones por agresión con penetración, supusieron 1.299 detenciones, el 41,1%. Entre los menores, hubo 698 agresores sin penetración y 311 con penetración.

Por nacionalidades, la mayoría son españoles (62,7%), y entre el 37,3% de extranjeros destaca América Latina (15,5%), seguido de África (10,9%(. Por países, Marruecos supone un 7,3% y Colombia un 4,4%. Solo hay una franja de edad en la que esa mayoría se inclina ligeramente hacia los extranjeros, la de 31 a 40 años, donde los españoles suponen el 49,3%.

Entre las víctimas, el 73,8% son españolas. De las extranjeras suponen mayores cifras las de América Latina (13,8%) seguidas de las del resto de la UE (5,3%) y África (3,3%). Por países, el mayor número de víctimas los registra Colombia (4,6%), Marruecos (2,5%) y Rumanía (1,5%).

Algunas claves más de los delitos contra la libertad sexual

Relación entre víctima y agresor. La mayoría, desconocida. Casi tres de cada cuatro lo son, el 74,7%. Después van el grupo de conocidos (vecinos, amigos, compañeros de trabajo o de centro educativo) con un 12,5%, luego dentro de la familia, con un 5,4%, y en la pareja, un 4,6%. Los desconocidos sobre todo se dan en el grupo de 18 a 30 años, y después en el de 14 a 17 años. Mientras que entre los menores de 13 años, el mayor porcentaje es en la familia, un 2,9%.

Cuándo. Hay una clara estacionalidad de mayo a octubre, con julio, agosto y junio, en este orden, como los meses con más denuncias.

Dónde. Viviendas y anexos sigue siendo el espacio donde, con gran diferencia, se dan más, con 10.945. Después, las vías de comunicación, con 3.940; tras ella instalaciones y recintos, con 2.805; establecimientos, con 2.319; en espacios abiertos 1.383; y en medios de transporte 433.

Reparto territorial. Por territorios, Cataluña (4.361), Andalucía (3.473), Madrid (3.066) y Comunitat Valenciana (2.575) son los lugares que registran más hechos desde 2017, aunque son también las comunidades con más población. Si se mira la tasa, sin embargo, son Islas Baleares, Navarra y Cataluña las comunidades con más registros, con una tasa de 8,8 por cada 10.000 habitantes, 6,9 y 5,5 respectivamente.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de toda la violencia machista —de la sexual a la psicológica, la física, la económica o la explotación sexual—, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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