El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha sorprendido esta semana pronunciando un discurso en un japonés más que decente durante un foro empresarial en Tokio. Al día siguiente, el ministro extremeño ha explicado, en un encuentro con varios periodistas, que hace muchos años estudió el idioma mientras hacía un postgrado en Inglaterra porque le atrae la cultura asiática, por la que ha asegurado que “tiene un gran cariño”. “Me queda lo que me queda”, ha admitido. Lo he usado muy poco, es un idioma tan complejo que necesitas un dominio mucho más allá del que tengo yo para mantener cualquier tipo de conversación, más aún en un tipo de conversaciones relacionadas con negocios o con empresarios”, dijo al ser preguntado sobre si había empleado el japonés en sus reuniones con autoridades niponas y representantes del sector privado.

Más allá de la anécdota del idioma, el ministro reiteró el rechazo del Gobierno a la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por el BBVA sobre el Banco Sabadell. Cuerpo no quiso comentar la carta enviada ayer por Josep Oliu, el presidente del banco de origen catalán, a los accionistas de la entidad para recordarles que la junta de accionistas que celebra este viernes el BBVA no condiciona el resultado de la operación. Oliu aprovechó para reclamar a Carlos Torres, presidente del BBVA, que “publique de forma clara, transparente y completa todos aquellos elementos que puedan tener una implicación en el valor ofrecido”. Cuerpo restó importancia a la misiva del banquero y recalcó que “no ha habido ningún elemento nuevo de información que nos haga cambiar, actualizar o reconsiderar nuestra opinión”.

Cuerpo insistió en que el Gobierno está preocupado por el exceso de concentración bancaria y los potenciales perjuicios para los clientes financieros en materia de inclusión financiera, acceso a crédito de las pymes, empleo y cohesión de la red territorial de esas entidades. “Nuestra posición en el Gobierno fue muy clara con esta situación, por la preocupación que hemos tenido por el posible exceso de concentración que supondría la fusión entre ambas entidades”, dijo Cuerpo, que recordó que la operación sigue los trámites previstos. Está siendo analizada por la Comisión Nacional de Mercados de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia (CNMC).

Jornada laboral

Cuerpo también se refirió a la negociación que mantiene el Gobierno con los agentes sociales para reducir la jornada laboral. Señaló que es “importante reservar márgenes de flexibilidad” para que las empresas puedan aplicarla dentro del marco del diálogo social. “Hay sectores como la hostelería, el comercio, la construcción o la agricultura que están en franjas más altas de horas y tienen menos flexibilidad para poder ajustar cambios”, explicó el ministro. “Por eso, es importante guardar márgenes de flexibilidad, para poder ir acompañando a las empresas en este propósito de reducir las horas”, aseveró Cuerpo.

El titular de Economía admitió que no todos los sectores se verán “igualmente afectados” por la reforma que busca reducir la jornada laboral y detalló que el margen de flexibilidad al que se refiere “tiene muchas dimensiones”. “Una de ellas es el tiempo de implementación, dar suficiente tiempo a las empresas para que puedan ir adaptándose, y otro elemento es tener cierto tipo de bolsas de horas para algunos sectores, que permitan a las empresas ajustar y compatibilizar la mejora de la productividad con la reducción de las horas”, explicó.

Cuerpo añadió: “Cualquier combinación de estos elementos de flexibilidad también es válida, este es el margen que tenemos en el marco el diálogo social y donde tenemos que buscar un acuerdo con sindicatos y empresarios”. El ministro explicó que la reforma se llevará a cabo de forma “progresiva” y “en dos pasos”, primero se aplicaría una reducción hasta las 38,5 horas y luego, la jornada se rebajaría hasta las 37,5. “Ahora mismo, el promedio está en 38,3 horas. Hemos ido avanzando igual que otras economías europeas en este proceso, aunque en los últimos años hemos visto que España se había estancado y seguía en la franja alta. Entonces, es necesario seguir impulsando este elemento, y hay que hacerlo de forma que sea compatible con mejoras en la productividad, mejoras salariales…”, concluyó Cuerpo.

Respecto a su agenda japonesa, considera que la relación bilateral entre ambos países está atravesando un “momento espléndido”, con muchas oportunidades para empresas españolas en sectores como el de las energías renovables. Durante la reunión con los medios españoles, Cuerpo citó la buena reputación que se han forjado compañías como Iberdrola en las renovables, un sector estratégico para Japón dada su escasez de recursos naturales y la reducción del uso de energía nuclear como consecuencia del accidente de la planta de Fukushima en 2011 tras el terremoto y el tsunami de 2011.

Oportunidad en el sector de la defensa

Dada la dificultad de entrar en el mercado japonés, Cuerpo cree que las renovables españolas podrían abrir “una ventana de oportunidad” para que lleguen cada vez más sectores líderes estratégicos con otras tecnologías en sectores como el agroalimentario o el turístico. El ministro español también apuntó al sector de la defensa como uno de los que tienen más oportunidades de crecimiento. Señaló que el presupuesto de defensa japonés, que apunta al 2% del PIB, como otra oportunidad para grandes proyectos en los que una industria española “muy potente a nivel internacional”, puede participar.

Como respuesta a la creciente inestabilidad geopolítica en la zona, ocasionada en gran parte por los continuos lanzamientos de pruebas de misiles en Corea del Norte, y el expansionismo de China, Japón anunció en 2022 que en cuatro años duplicaría su gasto de defensa con un plan llamado Estrategia de Seguridad Nacional.

Algunas empresas españolas de tecnologías para defensa adelantan ya conversaciones continuó Cuerpo e hizo referencia al beneplácito del mundo corporativo nipón con la “novedad” que esas tecnologías españolas aportan al los sectores activos hasta ahora. España como socio estratégico de Japón está “muy bien posicionado para contribuir en un sector sensible”, puntualizó el ministro. España tiene previsto participar este mes por primera vez en su historia en maniobras militares conjuntas con Japón, llamadas Pacific Skies. Al ejercicio aéreo, en el que participarán también Alemania y Francia, España aporta cuatro aviones de caza modelo Eurofighter, fabricados por un consorcio con participación española, y también aviones como el Airbus A-400-M de transporte.

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