Antes de saltar a la pista, solo un mes después de haber sufrido un desgarro en el menisco y tras haber tenido que pasar por el quirófano, Novak Djokovic se aseguró de que no infringía el estricto código de vestimenta que impone Wimbledon —las indumentarias deben ser “casi enteramente blancas”, obliga desde 1995— con la rodillera gris que empleó para dotar de mayor estabilidad a la rodilla que se dañó en Roland Garros.

“Justo antes de entrar, la presidenta [del club, Sally Bolton] me ha enseñado el pulgar hacia arriba, así que está bien. Y obviamente habíamos preguntado en los días previos para asegurarnos de que teníamos permiso. He intentado encontrar una blanca, creedme; sé que no es lo ideal, porque me gusta ir todo de blanco y respetar las normas, pero les he prometido que haré todo lo posible para que el próximo día sea blanca”, argüía el serbio después de resolver el estreno contra Vit Koprova (123º del mundo) sin contratiempo alguno. Todo en orden, como si nada hubiera pasado. Prueba superada: 6-1, 6-2 y 6-2, en 1h 58m. La articulación intervenida el 5 de junio en París responde, a la espera de afrontar desafíos mayores que la puedan exigir más.

El próximo será contra el británico Jacob Fearnley, el 277º, verdugo del madrileño Alejandro Moro (7-5, 6-4 y 7-6(12). Y llegará con buenas sensaciones Nole, de 37 años y que, recalca, no ha venido a pasar unas pocas rondas sino directamente a por el título. “No sabía cómo iba a sentirme ni si la rodilla iba a aguantar, así que estoy muy, muy contento de cómo he jugado y cómo me he movido. No podía pedir un comienzo mejor”, valoró el de Belgrado; “no he sentido ningún tipo de dolor, y eso es bueno. En el segundo set, cuando le he roto el saque, he hecho mi primer deslizamiento, porque hasta ahora [ensayó en Hurlingham la semana pasada] no había hecho ninguno, tampoco en los entrenamientos. Ha sido una gran prueba, así que estoy feliz. Es reconfortante”.

La jornada de este martes deparó, además, los triunfos de Jessica Bouzas (6-4 y 6-2 a Marketa Vondrousova) y de Jaume Munar frente a Billy Harris (6-4, 6-4, 3-6 y 6-3); en sentido inverso, se despidieron Roberto Carballés (6-2, 6-4 y 6-2 ante Alexander Zverev) y Rebeka Masarova (6-3, 4-6 y 6-2 favorable a Liudmila Samsonova). En el programa de este miércoles destaca la intervención del murciano Carlos Alcaraz, citado con Aleksandar Vukic (hacia las 16.00, Movistar+), así como la de Paula Badosa, enfrentada a la joven Brenda Fruhvirtova (88ª) e n el tercer turno de la pista 17, en la que comienza la acción a las 12.00.

PERRICARD, EL ÚLTIMO MARTILLO: 51 ‘ACES’

A. C. | Londres

Hábitat natural de sacadores, el All England Lawn Tennis and Croquet Club ha descubierto los martillazos de Giovanni Mpetshi Perricard. El prometedor tenista francés, de 20 años, conectó en su duelo contra Sebastian Korda una impresionante cifra: 51 saques directos. Se trata de su primera victoria en un grande (7-6(5), 6-7(4), 7-6(6), 6-7(4) y 6-3).

Perricard accedió al cuadro principal a última hora, al ser repescado por la renuncia del español Alejandro Davidovich, afectado de una lumbalgia. El galo ha ido en progresión —12, 20 y 44 aces en los tres duelos disputados en la fase previa— y ahora amenaza al japonés Yohihito Nishioka.

Ubicado hoy día en el puesto 58º de la ATP, al rebasar el medio centenar de saques directos en un partido se une a ilustres como Roger Federer (50), Reilly Opelka (67), Ivo Karlovic (78) y los protagonistas del partido más largo de la historia (11h 05m), aquel que se decidió en Wimbledon en 2010, entre Nicolás Mahut (103) y John Isner (113).

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