Un juez de Barcelona ha amnistiado a los 46 agentes de la Policía Nacional a los que investigaba por las cargas del 1-O en la capital catalana, al considerar que los delitos que se les atribuían encajan en la ley del perdón y que su actuación no superó el «umbral de gravedad» para quedar excluida.

Así lo ha acordado el titular del juzgado de instrucción número 7 de Barcelona en un auto, en el que declara amnistiados a los 46 agentes, a los que se atribuían delitos de lesiones y contra la integridad moral.

El juez sostiene que se les debe aplicar la amnistía porque las actuaciones investigadas «fueron de escasa duración individual, enmarcadas en un objetivo policial definido y que no continuaron una vez conseguido el mismo».

El juez Francisco Miralles sigue el criterio solicitado por algunos agentes y por la Fiscalía, que reclamaba amnistiar a todos los investigados. Por contra, algunos heridos y acusaciones populares ejercidas por el centro Irídia, Òmnium Cultural y la ANC reclamaban excluir a algunos policías al considerar que su actuación contra los votantes podía encajar en un delito de de torturas o en tratos inhumanos o degradantes, dos supuestos excluidos de la ley de amnistía.

De esta manera, el juez amnistía todos los 46 agentes investigados en la macrocausa al entender que sus actuaciones no superan el “umbral mínimo de gravedad” que marca su exclusión de la norma.

“Las actuaciones investigadas fueron de escasa duración individual, enmarcadas en un objetivo policial definido [impedir el referéndum, tal y como había ordenado el TSJC] y no continuaron una vez conseguido el mismo”, argumenta el magistrado. En un auto, el juez también explica que las cargas “no se prolongaron en el tiempo más allá de la propia maniobra policial de entrada y salida de los distintos colegios electorales”.

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