La cultura empresarial en España carga desde siempre con la impresión equivocada de que uno no puede divertirse en el trabajo. La sonrisa es sospechosa y suponen que el compañerismo es un freno para la productividad. Pero la selección que dirige Luis de la Fuente desmiente todas las teorías psicopáticas y deshumanizantes del mundo laboral y demuestra a cada paso que no hay nada mejor que un buen ambiente de trabajo y que nada fideliza más al grupo que una sonrisa. «Es solo fútbol», dirán algunos. «Nada importante». Pero los futbolistas soportan una presión a edades a veces demasiado tempranas muy superior a la que cualquiera puede imaginar durante toda su vida. Agravada, además, por la exposición pública.

Pero España lo hace todo con naturalidad. Después de golear a Georgia, Lamine Yamal y Nico Williams se jugaban a piedra, papel y tijera quién bebía primero de la botella de agua. Ganó Nico, que además roció con un chorro a su compañero. «Cuando Lamine no me quiere dar el botellín, echamos a suertes a ver quién se lo lleva», explicaba después Nico. «Me va a tener que aguantar porque él no ha metido. Pero ojalá él me calle a mí el próximo partido, nos retamos el uno al otro y nos complementamos a la perfección», añadía Nico. «Estos piques nos hacen mejores», asegura Lamine.

«Si eso les permite estar alegres y desarrollar su mejor fútbol, bienvenido», decía Rodri al acabar el encuentro. «En un partido hay que estar concentrados y han hecho un gran partido ambos», añadía.

Entre bromas España va mostrando una efectividad en el campeonato a la que solo se acerca Alemania, el rival del viernes en los cuartos de final. La selección española es la primera en la historia de la Eurocopa que gana cuatro partidos consecutivos. Y lo ha hecho, además, siendo la segunda más goleadora y, además, la menos goleada.

La Roja ha marcado nueve goles, solo superada por Alemania, que ha conseguido uno más. Y solo ha encajado uno, el que se marcó Le Normand contra los georgianos. Tampoco ninguna selección había conseguido superar la primera fase de un gran torneo con tres victorias y sin encajar goles. Pero lo mejor es que los porteros españoles solo han tenido que hacer diez paradas, dos y media por partido. Muy lejos de las 29 que ha hecho Mamardashvili. Nueve de ellas se las hizo el domingo a los jugadores españoles. Unai Simón, en cambio, no hizo ninguna. Los georgianos marcaron sin rematar a portería, con un autogol de Le Normand.

En disparos intentados, España está muy por encima incluso de Alemania. Ha rematado 84 veces. Y también la Roja es la primera en remates que han ido a portería, aunque la ventaja disminuye respecto a los alemanes. 29 de España y 28 de Alemania.

En precisión en el pase, la Roja también está detrás de Alemania, pero por delante del resto. Los alemanes entregan bien un 92,3 por ciento de los pases que intentan. España llega al 91 y todos los demás, detrás. Aunque es Inglaterra quien más pases da y quien más ha completado, algo a lo que contribuyen los 30 minutos extra que tuvieron que jugar contra Eslovaquia en octavos.

En la posesión España baja, superada por Portugal, Alemania e Inglaterra, pero nadie regatea más que la Roja, que ha hecho 88 regates por los 74 de los ingleses. Y ahí Lamine es el tercero que más lo intenta y Nico es el sexto. La diversión es rentable y España lo demuestra.

La selección más generosa

España funciona como equipo y, aunque es Rodri el que pone la cabeza, son Nico Williams y Lamine Yamal los que llevan a la selección de la mano hacia la portería contraria. Los dos están entre los jugadores que más asistencias dan en el torneo. Una clasificación que lidera Yamal, aunque empatado con varios jugadores que han dado dos goles, como él. Entre ellos, Fabián. Nico Williams lleva una asistencia, pero entre todos suman ocho, por las siete de Alemania. Es el triunfo del equipo sobre el individuo, sólo uno de los goles de la Roja en el torneo ha llegado sin que hubiera antes un pase de un compañero para ponerlo más fácil.

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