Cuando Pablo Fernández, fundador y director ejecutivo de Clidrive, tenía siete años, las cosas no le iban demasiado bien. Había repetido curso por no aprender a leer al mismo tiempo que otros niños, no podía jugar al fútbol por una lesión y los amigos no le duraban mucho, porque su familia se trasladaba de ciudad constantemente. Pocos habrían imaginado que Pablo fundaría una start-up que facturó 10,6 millones de euros en su primer año y que generaría 2.000 empleos en la Comunidad de Madrid. Y, además, se convertiría en un deportista de élite, con diez récords mundiales de natación.

¿Qué ha hecho posible esta transformación? Probablemente, factores como el apoyo de la familia y una actitud resiliente para sacar aprendizajes de los fracasos. Y, sobre todo, el afán de superación: la búsqueda de la excelencia. Porque, como escribió Aristóteles, «la excelencia no es un acto, sino un hábito». La historia de Pablo es una más de las de los miles de empresarios y emprendedores de la Comunidad de Madrid. La presidenta Isabel Díaz Ayuso ha afirmado que nuestra Comunidad es el mejor lugar de Europa para ser emprendedor y tener un buen proyecto, y los datos la avalan. Madrid lidera la economía española y la creación de nuevos negocios. En los últimos años se ha convertido en un destino cada vez más atractivo para empresas nacionales e internacionales. En concreto, cuenta con 2.500 empresas de nueva creación que generan 50.000 puestos de trabajo.

Más allá de las cifras, las empresas de la Comunidad de Madrid, consolidadas o de nueva creación y start-ups, de todos los sectores, aumentan su apuesta por la excelencia, la calidad y la innovación. El sello «Madrid Excelente» es un reconocimiento que avala este compromiso. Entre 2023 y 2024, las solicitudes para obtenerlo han aumentado un 200%. En la actualidad, más de 200 empresas de la región cuentan con el sello, que se concede tras un riguroso análisis de una comisión de calidad.

La búsqueda de la excelencia no solo beneficia a las empresas de manera individual, también contribuye al fortalecimiento del ecosistema empresarial de la región en su conjunto. Por ello, Madrid es la región que está más de moda en Europa, gracias también a la acción de un gobierno que apuesta por la libertad y por apoyar a quienes persiguen sus sueños. Y vemos, como el niño de siete años del que hablábamos al principio, cómo con su mirada puesta en la excelencia, sus proyectos se le hacen realidad. Tras cumplirse el sueño de volver a albergar un Gran Premio de Fórmula 1, no se puede descartar la posibilidad de que nuestra región sea la sede Mobile World Congress y, por qué no, de los Juegos Olímpicos en un futuro.

Lo mejor está por llegar y no me lo quiero perder.

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