Superado el desconcierto de los primeros momentos, el PP ha apretado las filas en posición de ataque contra Pedro Sánchez. Aunque en la cúpula del principal partido de la oposición hay dudas sobre dónde puede terminar el periodo de reflexión del presidente del Gobierno, la tesis que cobra fuerza y a la que ha apuntado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, es que Sánchez está preparando el terreno para someterse a una cuestión de confianza en el Congreso. Una prueba que superaría, anticipa el PP, con el apoyo de los independentistas catalanes.

Núñez Feijóo no da tregua a su rival político. El líder del PP no deja ni un resquicio a la empatía por un posible derrumbamiento emocional del jefe del Ejecutivo afectado por la investigación judicial abierta contra su esposa. No se lo cree. Feijóo ha comparecido en la sede del PP, en la madrileña calle Génova, con la escenografía solemne de las grandes ocasiones, en un atril que tenía detrás las banderas de España y de la Unión Europea, y ha clamado que todo “es una operación de supervivencia política”.

Ni Feijóo ni ningún dirigente del PP han dado crédito a los argumentos de la carta de Sánchez. Ni siquiera Isabel Díaz Ayuso, pese a que ella misma ha denunciado ser objeto de una “cacería” contra su entorno más cercano. “El papel de víctima no funciona, se tiene que quedar en nuestro fuero interno”, ha dicho esta mañana la líder madrileña sobre Sánchez. Hace apenas unas semanas, ella estaba compareciendo presentándose de una forma parecida. “Llevo cinco años así. Cinco años desde que entré en política, que fui recibida con una comisión de investigación contra mi familia, desde que llegué, y esto es lo que vengo soportando”, se quejaba cuando salieron a la luz las primeras informaciones sobre el presunto fraude fiscal de su pareja.

Pero el PP no da credibilidad a la queja de Sánchez ni tampoco cree que se plantee dimitir. Feijóo ha sacado a relucir motu proprio la posibilidad de que el líder del PSOE vaya a someterse a una cuestión de confianza —una votación en el Congreso para comprobar si sigue contando con el apoyo de la mayoría parlamentaria—, y ha preparado el terreno incluso para que fuera exitosa. “Podrá incluso superar una moción de confianza”, ha aventurado Feijóo. “Pero al final se hundirá. Si aún lo desea, aún puede prolongar su agonía”. En plena incertidumbre sobre los próximos pasos del presidente, el PP teme que Sánchez pueda salir airoso de la operación política que afirma que hay detrás de su carta.

El líder del PP ha insistido en pedir explicaciones a Sánchez por las actividades profesionales de su esposa, Begoña Gómez, incidiendo en las “investigaciones judiciales que afectan a su Gobierno, a su partido y a él”. “Sánchez sugiere que detrás está la oposición. No, está la justicia”, ha subrayado en alusión a las diligencias abiertas por un juez de Madrid a raíz de una querella presentada por el pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias y basada en informaciones periodísticas. El PP, sin embargo, lleva semanas en una ofensiva política contra la actividad profesional de la mujer de Sánchez.

“Bochorno internacional”

El tono del discurso de Feijóo ha discurrido de lo solemne a las ironías sobre la situación, que el líder popular ha pronunciado con la mueca de una tímida sonrisa. “Un presidente digno de nuestra nación no la somete al bochorno internacional que estamos viviendo”, ha lamentado el líder del PP. No ha ahorrado descalificativos a la decisión de Sánchez de darse un periodo de reflexión. “Ya es el portavoz del lobby del lawfare, indistinguible de sus socios”, ha cuestionado, antes de bromear después: “No existe en ningún lugar del mundo la figura de presidente fijo-discontinuo”.

El jefe de la oposición ha sido especialmente crítico con ese periodo de reflexión de cinco días que se ha dado Sánchez para decidir si dimite o no. “El presidente no puede dimitir como quien se va de puente porque no le dan la razón. Y montar un espectáculo de adolescente para que vayan detrás diciéndole que no se vaya y se quede”, se ha quejado. “Ser presidente es algo más serio. Es rendir cuentas también. Es mirar por los demás en lugar de hacerlo continuamente por sí mismo”.

En el carrusel de declaraciones del PP este jueves, el día después de la carta de Sánchez que ha abierto un periodo de incertidumbre sin precedentes, los populares han comparado al líder del PSOE con Carles Puigdemont y han puesto en duda su responsabilidad. “Tenemos un presidente a la fuga”, ha dicho el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado.

El PP ve riesgos en el terreno resbaladizo que se ha abierto, pero también una oportunidad de alcanzar más pronto el poder. La dirección popular ya anticipaba el miércoles, antes de conocerse el movimiento de Sánchez, que la viabilidad del Ejecutivo estaba muy tocada tras la apertura de un proceso judicial contra la esposa del presidente. “El Gobierno está más cerca del final que hace tres meses”, reflexionaba en privado un miembro de peso del núcleo duro, que apuntaba que el Ejecutivo “se está oxidando como una manzana”. Sea o no sea cierta la amenaza de Sánchez de dimitir, el PP no desaprovecha la oportunidad de seguir desgastándole.

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