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Giro inesperado en la investigación por el asesinato, el pasado 9 de febrero, de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) tras ser embestida su embarcación por una narcolancha. Diez vídeos aportados al sumario por las defensas de los seis detenidos —que siguen en prisión provisional— arrojan dudas sobre su implicación en los hechos, después de que expertos del instituto armado hayan corroborado que no están manipulados. Las imágenes de uno de los vídeos, adelantadas este viernes por El Independiente y a las que también ha tenido acceso EL PAÍS, están grabadas supuestamente por uno de los arrestados desde la embarcación en la que viajaban. En ellas se observa que, como declararon los acusados en el juzgado, su narcolancha permanecía parada a más de 250 metros del lugar del suceso y que eran otras embarcaciones las que asediaban la zódiac en la que iban los seis guardias civiles. Dos de ellos fallecieron en el choque y otros cuatro resultaron heridos.
En el inicio de ese vídeo, de 35 segundos, se aprecia que la embarcación desde la que se graba tiene dos antenas, una de ellas sin carcasa, y se encuentra detenida a la entrada del puerto de Barbate. A lo lejos se ve una maniobra de hostigamiento hacia una lancha, supuestamente la de los agentes de la Guardia Civil, por parte de otra embarcación de gran tamaño. Se aprecia cómo otra de las personas que está en la embarcación también está grabando con el teléfono móvil. Tras una de las pasadas de hostigamiento a la zódiac del instituto armado, se escucha una voz que alerta a otro de los ocupantes de la embarcación: “Kiko [supuestamente en referencia a Francisco Javier M. P., alias El Cabra y Kiko el Loco, uno de los detenidos], cuida”. El sonido que predomina es el de un fuerte viento y el de la embarcación moviéndose por el oleaje.
Tras la incorporación de los vídeos al sumario, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Barbate, Ángel Rojas Navarro, que instruye la causa, dictó el pasado martes una providencia con la que abrió una nueva línea de investigación. En ella reclamó a un juzgado de Chiclana de la Frontera la información que hubieran recabado, al día siguiente del suceso, del hallazgo de otra narcolancha con importantes daños en su casco en una playa de esta localidad gaditana y cuyos ocupantes no han sido hasta ahora identificados.
La embarcación en la que viajaban los seis detenidos fue localizada en un arenal de La Línea de la Concepción con marcas en su casco. Dos informes periciales de la Guardia Civil apuntaron en un primer momento que esas marcas eran compatibles con un choque con la zódiac donde iban los fallecidos. Ahora el juez quiere estudiar “una posible relación” de la narcolancha de Chiclana con el suceso. En la misma resolución judicial, solicita a la Guardia Civil que aporte a la causa ”los datos completos arrojados” por el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE, cuyas cámaras y sensores permiten detectar y seguir las embarcaciones que se acercan al litoral) en la zona de la costa próxima al puerto de Barbate.
Los seis detenidos confirmaron en su declaración en el juzgado que estaban a bordo de una de las narcolanchas que aquel día se refugiaron del temporal en el puerto de Barbate, pero negaron que su embarcación fuera la que embistió la zódiac de los agentes. La jueza que inició la instrucción los envió a prisión preventiva acusados de dos delitos de asesinato, cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa, seis delitos de atentado agravado, un delito de contrabando y un delito de resistencia grave a agente de la autoridad. Los recursos que presentaron las defensas contra el encarcelamiento fueron rechazados por la Audiencia Provincial de Cádiz la semana pasada.
Fuentes de la defensa aseguran que el vídeo ahora aportado junto a un informe pericial encargado por los letrados corrobora lo que sus clientes han defendido desde el inicio: que ellos no fueron los responsables de la muerte de los agentes. La grabación, realizada desde la lancha que ocupaban los investigados, se ha aportado “en el primer momento” en el que el instructor de la causa lo ha permitido, esto es, en un plazo de cinco días posterior a las detenciones. “No se hizo antes porque no se permitió”, remarcan. Posteriormente, añaden estas fuentes, han registrado en el juzgado otro informe en el que se subraya la importancia de esta grabación, con un análisis y una descripción de lo que ocurre en cada fragmento, y su relación con otros vídeos aportados, como el de la cámara GoPro que llevaba uno de los guardias civiles que viajaba en la embarcación atacada en Barbate. “Pedimos que se siga investigando”, reclaman estas fuentes.
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