Si Gareth Southgate no consigue que dentro de un mes el fútbol vuelva, por fin, a casa, su etapa al frente de la selección inglesa habrá terminado. «Si no ganamos, probablemente no estaré más aquí. Esta podría ser mi última oportunidad. Creo que aproximadamente la mitad de los entrenadores nacionales se marchan después de un torneo. Así es como funciona el fútbol internacional. Llevo aquí casi ocho años y ya estamos cerca», decía el seleccionador inglés en una entrevista con el diario «Bild». Lo tiene claro. Ha estado muy cerca de llevar a los «pross» a lo más alto y romper esa maldita barrera del Mundial de 1966, pero el destino le ha dicho que no. Lo rozó en la última Eurocopa, donde cayó en Wembley ante Italia en la tanda de penaltis. Croacia dejó fuera a Inglaterra en las semifinales del Mundial de Rusia, y en la Copa del Mundo de Qatar su límite fueron los cuartos de final, donde cayeron ante Francia.

Ningún seleccionador ha estado tan cerca de recuperar la gloria para Inglaterra, pero Southgate nunca ha convencido del todo a un país que cree que hay materia prima para ir más allá. Los de los «three lions» están entre los máximos favoritos incluso con el lastre de tantos años sin ganar. Y lo son porque tienen una colección de enormes futbolistas, empezando por el mejor jugador de la Premier League, Phil Foden, y el mejor de la Liga EA Sports, Jude Bellingham. Ellos dos forman el ataque inglés junto a Harry Kane, el máximo goleador de la Bundesliga con el Bayern, aunque quizá sea la personificación de la maldición de su selección, porque los títulos le siguen volviendo la cara cada vez que hay una oportunidad.

Los memes de Kane diciendo al piloto del avión que no apague los motores, porque no tardarán mucho en volverse, están por todos lados, aunque Trippier decía el otro día que han venido a Alemania a ganar el título, por muy arrogante que pueda sonar. Los casi sesenta años de sequía son una mochila pesada y el debut ante Serbia de hoy es incómodo, pero Inglaterra tiene talento para llevar el fútbol a casa, por fin.

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