Playoffs NBA – playoffs – jornada 33

Denver Nuggets
Minnesota Timberwolves

Los Minnesota Timberwolves están de vuelta en una final de conferencia por primera vez en 20 años. La última vez que buscaron el pase a una final de la NBA, el alero Kevin Garnett era la estrella del equipo y aún no había hecho historia con los Celtics de Boston. Una nueva generación, con Anthony Edwards, Karl Anthony Townes y Rudy Gobert a la cabeza, buscará meter a esta franquicia a la lucha por su primer campeonato. El triunfo a domicilio de este domingo (90-98) ha llegado tras la mayor remontada en un séptimo juego en la historia y a una clase magistral defensiva que anuló el poderoso ataque de los actuales campeones: los Nuggets de Nikola Jokić, tres veces MVP de la liga.

Denver ha fracasado en la defensa del primer título de su historia, logrado el año pasado frente al Heat de Jimmy Butler. Los Nuggets solo perdieron en casa 8 veces en 41 partidos de la temporada regular. En la semifinal de la conferencia, no obstante, Minnesota los derrotó en el estadio Ball en tres de los siete partidos. La derrota de este domingo ha sido quizá la más dolorosa. Habían dominado buena parte del encuentro gracias a una maravillosa actuación de Jamal Murray en la primera mitad. El canadiense, quien había tenía inicios aletargados inicios durante la eliminatoria, parecía encaminar a los de Mark Malone a la segunda final consecutiva de conferencia. Los Dallas Mavericks de Luka Dončić y Kyrie Irving ya esperaban al ganador de esta llave.

Los Nuggets se convierten en el quinto campeón consecutivo que no consigue repetir en una final de conferencia tras lograr el título. Además, no pudieron vengar la aplastante derrota sufrida el jueves, cuando cayeron por 45 puntos. Jokić estuvo de pie en la banca en el último cuarto en el estadio Target en lo que fue el peor descalabro de la franquicia en unos playoffs. Su serio rostro parecía estar tramando la revancha tras una noche estelar de Anthony Edwards y Jaden McDaniels, quienes anotaron 48 puntos en el sexto partido. Si el serbio mostró entonces concentración, este domingo su rostro dejaba ver la frustración por el muro defensivo que Minnesota logró montar a su alrededor.

Rudy Gobert y Karl Anthony Townes han sido los pilares de la cátedra defensiva que los Timberwolves han dado esta noche. El francés, el jugador defensivo del año, abandonó el partido en el último cuarto por problemas de faltas. Cuando salió, después de 35 minutos de juego y 13 puntos, el daño a los campeones estaba hecho. Su estilo redujo en la segunda mitad el número de canastas de Denver en la pintura. Especialmente de Aaron Gordon, quien había sido muy dominante otras noches y hoy solo tuvo cuatro puntos, y Jokić, quien fue eliminado a pesar de un doble doble de 34 puntos y 19 rebotes. Naz Reid, el sexto hombre del año, colaboró desde la banca de Minnesota con once puntos —ocho de ellos en el cierre del partido—, y se anotó dos tapones al serbio en los últimos minutos.

Anthony Edwards, quien ha sido comparado con Michael Jordan en estos playoffs, tuvo un flojo arranque de partido. La estrella de 22 años dejó saber a los empleados de los vestidores de Denver que volverían para un séptimo en juego después de caer en Colorado en el quinto partido. Su advertencia quedó desdibujada en el inicio del partido. Encestó solamente una canasta en 12 minutos del primer cuarto. Ante el fantasma de la eliminación, se enfocó más en armar las jugadas y en mover la pelota, lo que comenzó a cambiar la suerte de Minnesota en el tercer cuarto, después de ir perdiendo por 15 tras el descanso.

“Fue muy duro porque simplemente no me hallaba, no encontraba mi ritmo esta noche”, admitió el Ant man a la televisión. “Así que tuve que confiar en mis compañeros. Tuve que elegir muy bien las jugadas el resto de la noche y dejar que ellos hicieran los disparos”, añadió. Edwards hizo siete asistencias y sumó 16 puntos, incluidos dos triples en la segunda mitad que entraron en la canasta en momentos decisivos. Pero los Timberwolves no dependieron únicamente de su gran solista KAT, como se le conoce a Townes, encestó 23 puntos, al igual que Jaden McDaniels. Seis de los ocho jugadores de Minnesota que vieron minutos de juego tuvieron anotaciones de dos dígitos.

La respuesta de los Timberwolves pareció tomar desprevenidos a los Nuggets, quienes habían dominado con aplomo la primera mitad. Los campeones se habían ido al descanso con una cómoda ventaja de 15 puntos, en parte gracias a Murray, quien metió en los primeros dos cuartos 24 de sus 35 puntos. Pero fuera de la actuación del base y de la estrella europea, quienes sumaron 69 de los 90 puntos, el resto de los Nuggets tuvo problemas para anotar y registraron diez pérdidas de balón. Kentavious Caldwell-Pope sumó solo cinco puntos, al igual que Christian Braun. Además, se metieron en problemas de faltas, enviando a Gobert y otros jugadores de Minnesota a la línea de tiros libres para acrecentar la ventaja de los visitantes. “Se siente grandioso. Ganar a un equipo como este, un equipo increíble, de campeonato, con el mejor jugador del mundo, se siente muy bien”, aseguró Gobert.

Minnesota jugará el miércoles contra Dallas el primer juego de la final del Oeste. Comenzarán en casa, en el mismo estadio donde humillaron por 45 puntos a los Nuggets. La última vez que este equipo jugó el pase a la final fue en 2004. Entonces eran comandados por Kevin Garnett y el veterano Latrell Sprewell. Estos perdieron en seis juegos frente a los Lakers de Kobe Bryant, Shaquille O’Neall y, quizá menos recordado, Karl Malone. Este equipo de leyenda fue apabullado en la final por Detroit, forzando la salida de Phil Jackson. Ahora, los Minnesota Timberwolves buscarán gloria propia con su primer anillo desde su fundación, en 1989.

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