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El filósofo y escritor canadiense Michael Ignatieff, conocido sobre todo por sus ensayos sobre el nacionalismo, el liberalismo y los derechos humanos, ha obtenido el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024, según informó este miércoles la fundación que otorga los galardones. El intelectual, de 77 años, impartió justo ayer en Madrid la conferencia La democracia en las urnas: cuando el sistema se convierte en el problema, en la Fundación Areces.
Defensor acérrimo del liberalismo, Ignatieff lleva cerca de medio siglo de actividad intelectual, entre las aulas de Oxford y Harvard, varios ensayos reconocidos y celebrados, el periodismo o la política en el Parlamento canadiense, como diputado y candidato del Partido Liberal durante casi una década. Algunos de sus análisis más recientes se han centrado en la orientación moral de los individuos, en virtudes como la tolerancia y la confianza, en cómo grandes personajes de la historia encontraron alivio tras momentos de crisis o por los riesgos que afrontan los sistemas democráticos. Entre sus ensayos más conocidos están El mal menor: Ética política en una era de terror, Sangre y pertenencia: viajes al nuevo nacionalismo (que cuenta cómo resurgió con fuerza a finales del siglo XX), Las virtudes cotidianas o En busca de consuelo. Políglota y gran aficionado al hockey y al béisbol, también ha publicado tres obras de ficción.
Hace unos pocos días contaba a este diario que está preparando un libro sobre los acontecimientos históricos que vivió su generación, la de los baby boomers. Y también opinaba, a propósito de las elecciones catalanas, que España necesita desarrollar una concepción compleja y pluralista de la nación. “Por otra parte, me opongo fervientemente a la secesión, ya que es muy claro que sería una violación a la Constitución”, agregaba. Más en general, los mecanismos detrás de las formas de convivencia y de conflicto están considerados como uno de los principales hilos conductores que recorren toda su obra.
Ignatieff nació en 1947 en una familia acomodada, de larga tradición en la diplomacia y la intelectualidad. El trabajo de sus padres lo llevó a transcurrir la juventud entre Canadá y muchas de las principales capitales europeas. Se graduó en Historia en la Universidad de Toronto, doctorándose en Harvard y, tras pasar por las universidades de Columbia Británica, Oxford y Cambridge, volvió a Harvard para dirigir el Centro Carr para Políticas en Derechos Humanos. En su juventud se declaró admirador de John F. Kennedy y Pierre Elliott Trudeau (ex primer ministro de Canadá y padre del actual primer ministro del país).
En otra capital europea, Budapest, experimentó una de las experiencias más difíciles de su trayectoria: entre 2016 y 2021 ejerció como rector de la Universidad de Europa Central, financiada por George Soros. La institución se vio obligada finalmente a mudarse a Viena, debido a los embates incesantes del Gobierno húngaro de Viktor Orbán. “Fue un ataque atroz a la libertad académica”, apuntaba él hace días a EL PAÍS. “La Unión Europea no cuenta con medios robustos para defender esta libertad”.