Justo cuando crecen las dudas en Israel sobre el curso de la guerra en Gaza, su ejército ha anunciado este martes la muerte de 24 soldados en un solo día. Es el número más alto en los tres meses de invasión. 21 de ellos estaban minando dos edificios para una explosión controlada, a unos 600 metros de la frontera, cuando milicianos palestinos dispararon una granada propulsada por cohete contra un tanque en las proximidades y los inmuebles se vinieron abajo con ellos dentro, según la investigación inicial. Aparentemente, el ataque activó los explosivos. En otro incidente separado, murieron otros tres militares.“La caída de los combatientes es un requisito para lograr los objetivos” de una guerra que “determinará el futuro de Israel en las próximas décadas”, ha reaccionado en un comunicado el ministro de Defensa, Yoav Galant, cuyas tropas han completado este martes el cerco sobre Jan Yunis, la principal ciudad del sur de la Franja.

El incidente tuvo lugar el lunes, pero el rescate de los cadáveres duró varias horas, en las que se les dio por desaparecidos en combate. Los 21 soldados muertos que minaban los edificios son reservistas, es decir, israelíes entre los 21 y los 45 años que han sido movilizados (unos 360.000) con motivo de la guerra. Decenas de miles han ido volviendo a sus casas desde principios de año.

El ataque lleva el goteo de soldados muertos en Israel desde el inicio de la invasión terrestre, a finales de octubre, hasta los 219. Los milicianos palestinos emplean contra ellos tácticas típicas de guerrilla, sobre todo en entorno urbano: les tienden emboscadas, les disparan a través de la ventana o, como en este caso, lanzan granadas propulsadas por cohete contra los blindados o incluso se acercan a adosarles un explosivo y huyen. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha advertido de que la letal jornada no causará un golpe de timón. “En nombre de nuestros héroes, por el bien de nuestras vidas, no dejaremos de luchar hasta lograr la victoria absoluta”, ha señalado.

El incidente es similar a otro de los más letales para el ejército en la invasión, aunque por fuego amigo. Hace dos semanas, nueve militares del cuerpo de ingenieros murieron cuando se disponían a echar abajo un edificio. El disparo accidental de un tanque activó la carga.

La cifra total de soldados muertos es, proporcionalmente, algo superior a la anterior guerra en Gaza con tropas sobre el terreno (2014), pero bastante inferior en términos relativos a la de los 33 días de enfrentamientos que mantuvo con Hezbolá de 2006. Solo en ese periodo murieron 121 soldados, más de la mitad que en los más de tres meses de guerra en la Franja. La milicia vivió el lance como una victoria, por haber hecho frente a un enemigo tan superior militarmente. Murieron también más de mil libaneses, en su mayoría civiles.

La guerra de Gaza no se ha extendido abiertamente a Líbano, pero sí a la costa de Yemen, donde Estados Unidos y el Reino Unido han bombardeado este lunes por segunda vez posiciones de los rebeldes hutíes, por hostigar en el mar Rojo barcos mercantes vinculados o dirigidos a Israel y sus aliados. Según el Pentágono, el objetivo de los bombardeos ha sido destruir sistemas de defensa aérea, radares y un almacén subterráneo de los misiles que lanzan contra las embarcaciones.

El ejército israelí ha anunciado este martes también un cerco completo sobre Jan Yunis, la mayor ciudad del sur de Gaza, al que Israel ordenó desplazarse a los 1,1 millones de habitantes del norte y donde ahora centra su ofensiva. “Las tropas terrestres participaron en combates cuerpo a cuerpo, dirigieron ataques [de la fuerza aérea] y utilizaron inteligencia para coordinar el fuego, lo que resultó en la eliminación de decenas de terroristas”, ha señalado el ejército. En las últimas 24 horas, han muerto 195 palestinos (25.490, en total, en su mayoría menores y mujeres).

Allí, en Jan Yunis, los soldados israelíes tomaron el lunes un hospital y mantienen otro cercado, en su mayor campaña de bombardeos por tierra, mar y aire en el sur en lo que va de año. Familias enteras están huyendo en coches y remolques a la cercana región de Rafah, en la que se apiñan ya un millón de personas, desplazados de otras partes del enclave. El ejército calcula que necesita varios días para completar la operación en Jan Yunis.

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