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La resaca electoral no modifica las intenciones de Carles Puigdemont. El líder de Junts per Catalunya ha ratificado que su propósito de ser presidente la Generalitat es firme. “Me veo presidente, sí. Caso contrario no me presentaría a la investidura, no haría teatro”, ha manifestado este lunes, en una rueda de prensa desde Argelès-sur-Mer (Francia). El expresidente catalán presiona a Esquerra Republicana para que bloquee un acuerdo tripartito con los socialistas y los comunes. El veto complicaría la investidura de Illa y le obligaría a buscar nuevos aliados, a su derecha. Puigdemont obtuvo 35 escaños este domingo, a siete de los 42 del PSC. Argumenta que un Govern liderado por él “da más fortaleza parlamentaria que uno que esté liderado por el señor Illa”.
Según sus cálculos, si ERC se aparta del tripartito, para que el candidato del PSC pudiera ser investido por mayoría simple “Vox se tendría que abstener”. Y desgrana la ecuación: “Un gobierno coherente de Illa descansaría sobre una suma de 48 escaños. Un gobierno nuestro descansaría en una suma mínima de 55 escaños, y de hasta 59 como máximo”. La calculadora de Puigdemont apunta a que Illa solo tiene seguros los votos de los comunes, mientras que él ve fácil contar con el respaldo de ERC y de la CUP.
El líder de Junts ha adelantado durante la campaña que, si no es presidente, se retirará de la política. El escenario que plantea para poder ser investido implica que el PSC se abstenga para poder hacerlo a él presidente. Preguntado expresamente sobre qué incentivos podría tener Illa para renunciar a la presidencia, tras ser ganador de las elecciones, Puigdemont ha manifestado que “eso hay que preguntárselo al PSC o al PSOE”. Ha añadido que los socialistas han repetido durante la campaña que su objetivo es aportar “estabilidad”.
El expresidente de la Generalitat ha ratificado que el resultado electoral no condiciona su compromiso de regresar a Cataluña. “Se mantiene intacto”, ha dicho. Sí ha advertido que, en función de lo que pase en las negociaciones para investir al próximo presidente catalán, el apoyo de Junts al Gobierno está en entredicho. Ha manifestado que “es pronto” para pensar en posibles efectos sobre la gobernabilidad de España, pero ha avanzado que cada gesto tiene consecuencias: “Si el PSC se abraza al PP como ha hecho en el Ayuntamiento de Barcelona, el acuerdo que tenemos en Madrid [con el PSOE] dejaría de tener sentido”.
Cuando alude al supuesto del Ayuntamiento de Barcelona, Puigdemont se refiere al apoyo que prestó el PP al PSC para que su candidato Jaume Collboni pudiera ser alcalde, pese a que fue Xavier Trias, candidato de Junts, el más votado en las últimas elecciones municipales.
En rueda de prensa, Puigdemont ha explicado que han empezado los primeros contactos con los republicanos, sin precisar cuál ha sido su respuesta, pero ha añadido que aún están “lejos de establecer un marco negociador, si hay posibilidades de hacerlo”.
Sobre la posibilidad de repetición electoral, considera que le ayudaría. “Como mínimo, a superar muchas de las dificultades con las que hemos tenido que hacer todos estos años política”, ha discho. “Somos los únicos que no hemos podido estar en las calles” ni “participar en los debates”, ha lamentado. Pese a ello, entiende que la repetición sería “muy mala noticia para Cataluña”.
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