Un crucero de la compañía MSC con unos 1.500 pasajeros a bordo se encuentra retenido desde el martes por la mañana en el puerto de Barcelona debido a la presencia de 69 ciudadanos de Bolivia que, presuntamente, viajaban con visados falsos, según han confirmado fuentes policiales. Las irregularidades en la documentación de estos pasajeros, entre los que hay 14 menores de edad, fueron descubiertas en ruta, una vez que el barco había salido de Brasil en un crucero de placer por el Mediterráneo que tenía como destino final Italia. Las autoridades españolas han denegado el desembarco de los 69 bolivianos y, aunque permiten que el crucero siga su viaje, este permanece en el puerto a la espera de hallar una solución.
“Estamos presos aquí, junto con los bolivianos. No entendemos por qué no nos dejan bajar, salir a Barcelona y ver una noche la ciudad”, se queja el periodista Rafael Kondlatsch, de 40 años, de Brasil, que partió en un viaje turístico de su país el pasado 19 de abril. Él, como el resto de pasajeros, está encerrado desde las tres y media de la tarde del martes, la hora en la que el barco debía partir de nuevo, y seguir su ruta, con varias paradas, hasta Venecia. Los ciudadanos bolivianos han sido separados del resto del pasaje, que no tiene acceso a ellos. MSC cruceros ya les ha anunciado que al menos se saltarán la visita a Ajaccio, que era la siguiente de Barcelona. “No nos informan, apenas nos dicen que hay un problema de migración”, lamenta este hombre, que ya recibió con sorpresa ayer la llegada de decenas de vehículos policiales al puerto.
El Cuerpo Nacional de Policía estudia la responsabilidad de MSC, que, según las autoridades españolas, conocía antes de intentar desembarcar en Barcelona que los pasajeros carecían de la documentación necesaria para entrar en el espacio Schengen. La intención es que la compañía se haga cargo del regreso de los ciudadanos a su país de origen, indican. Fuentes policiales muestran su preocupación ante la posibilidad de que se abra una nueva vía para la llegada de inmigrantes en situación irregular a España, en esta ocasión a través de cruceros.
La compañía MSC ha asegurado en un comunicado que está trabajando con las autoridades españolas “para gestionar una situación con un número de pasajeros de Bolivia, que incluye familias y niños, que están viajando con documentación no válida”. La empresa defiende que, en el momento de embarque en Brasil, “parecía que tuvieran documentación apropiada”. Una vez alertados de la irregularidad, las personas afectadas no han podido bajar en Barcelona, que “era su destino final”. Concluyen que siguen trabajando en el proceso y que van “informando regularmente a los pasajeros a bordo”.
Pero los pasajeros acusan a la compañía de opacidad. “¿Por qué la naviera no toma cartas en el asunto”, se queja Leonor García, de 66 años. “Estamos encerrados, no podemos salir, ni criticar, ni nada”, añade, ante una actitud por parte de MSC que considera “prepotente”. “Que nos den una solución, al menos un crucero gratis”, añade. Para Antonio Piñeiro, de 74 años, el problema es la policía: “Estamos siendo víctimas de un numerito de las autoridades españolas. Somos rehenes de una de sus bravuconadas, como siempre”, lamenta. “Ahora estarán embarcando pateras en Canarias, llegarán vuelos a Barajas, y se buscan soluciones. Aquí, los pillan en el barco, y hay que joderse”, remacha.
El MSC Armonía partió de Santos (Brasil) el pasado 17 de abril en un viaje de placer relativamente económico hasta Europa. El crucero se detuvo en Tenerife, donde todos los pasajeros (incluidos los bolivianos) pudieron desembarcar y visitar brevemente la isla canaria. La situación cambió, sin embargo, en la mañana del martes, cuando a las 7.00 el MSC Armonía llegó a la terminal de cruceros de Barcelona, donde sigue retenido. “No entiendo cómo han podido entrar al barco sin documentación”, se queja Ana Carmona, de 48 años, valenciana, que justo se había sumado al crucero y solo ha vistado Barcelona. “Ellos son los culpables, y han de dar una solución rápida. Estamos perdiendo un tiempo que es nuestro y que lo hemos pagado”, lamenta.
La Policía no permitió el desembarco de los pasajeros. Según fuentes conocedoras del incidente, las autoridades no iniciaron sin embargo un procedimiento de denegación de entrada para los 69 bolivianos con visado falso, que es el que se sigue, por ejemplo, con las entradas irregulares a través de los aeropuertos: allí se traslada a los pasajeros con documentación irregular a la zona de admisiones y se permite la salida del vuelo con el resto de viajeros. En el puerto, esa área no existe. Las autoridades han señalado que permitirán la salida del MSC Armonía, siempre y cuando viajen a bordo los ciudadanos de Bolivia.
Bolivia señala a MSC
Los 1.500 pasajeros permanecen en el crucero con cierta inquietud por lo ocurrido pero bien atendidos, según las mismas fuentes. El conflicto está siendo objeto de discusiones entre los gobiernos español y boliviano. El Ministerio de Exteriores del país sudamericano ha emitido un comunicado en el que admite que esos 69 ciudadanos “no cuentan con los documentos de ingreso al espacio Schengen” y están teniendo “dificultades para desembarcar en los puertos de Europa”. Tanto la Embajada en Madrid como el Consulado en Barcelona “están realizando las gestiones pertinentes para atender el caso”.
Bolivia señala que es la compañía MSC la que “debe otorgar una inmediata solución” a estos pasajeros, ya que “su obligación era corroborar los documentos de ingreso o salida a cualquier destino” para “evitar este tipo de imprevistos”.
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